El modelo 70-20-10 aplicado a los idiomas
El modelo de aprendizaje 70-20-10 se ha convertido en tendencia en los últimos años. Hay artículos en blogs, profesionales que publican sobre ello en LinkedIn y Twitter, y ha aparecido con frecuencia en diferentes medios de comunicación. Este modelo sostiene que las personas obtienen el 70% de su conocimiento del trabajo o experiencia que adquieren a diario (aprendizaje experiencial), el 20% de las interacciones con otras personas (aprendizaje social) y el 10% de cursos presenciales u online (aprendizaje formal).
Antes de explicarte por qué me gusta aplicar este modelo al aprendizaje de idiomas, voy a revisar la investigación que condujo a su creación y lo que encuentro problemático sobre el modelo.
Investigación defectuosa
Los números (70%, 20% y 10%) hacen que parezca que esta ecuación se base en una investigación científica. La verdad es que no hay datos empíricos para apoyar este modelo. El solo hecho de que los números salieran tan perfectos, en múltiplos de diez, hace que uno se pregunte hasta qué punto es una investigación científica.
El modelo fue desarrollado hace unos 30 años por el Centro para el Liderazgo Creativo. Se realizó una encuesta cualitativa a cerca de 200 personas que ocupaban cargos de responsabilidad, quienes describieron cómo habían aprendido nuevas estrategias de dirección y gestión de empresa mientras trabajaban. En primer lugar, debemos cuestionar la precisión de las personas a la hora de autoevaluarse sobre sus propias competencias y habilidades. Y, por otro lado, en la muestra del estudio solo se incluyó a personas de un cierto nivel profesional; sin embargo, los resultados se han extrapolado a otros contextos y parecen aplicables a todas las personas y a todo tipo de aprendizajes. Pero, en realidad, no sabemos si este modelo 70-20-10 es preciso para todas las personas o todos los tipos de formación/aprendizaje.
La conclusión a la que he llegado es que, desde un punto de vista científico, debemos coger el modelo 70-20-10 con pinzas. Y es que no hay investigaciones rigurosas que respalden su validez. A pesar de ello, creo que nadie discutiría el beneficio de una formación (especialmente la formación de idiomas en empresas) desde diversos enfoques de aprendizaje.
Independientemente de si crees en este modelo, o de si te gusta o no, es probable que estés de acuerdo con la idea de que el aprendizaje efectivo de idiomas debe incluir métodos y actividades experienciales, sociales y formales; especialmente cuando hablamos de aprendizaje de idiomas en empresas, donde los idiomas deben aplicarse al puesto de trabajo.
¿Por qué me gusta el modelo de aprendizaje 70-20-10 para el aprendizaje de idiomas en la empresa?
Desde la década de los 70, se han realizado miles de estudios sobre la adquisición de un segundo idioma. De esas investigaciones surgió el concepto de lingüística aplicada; es decir, la parte de la lingüística que aplica dicha disciplina al aprendizaje de idiomas y a la formación en el aula; y la verdad es que lo que hacemos en el aula ha mejorado mucho desde los 70 (sin mencionar los progresos derivados de los avances tecnológicos surgidos en el siglo XXI).
Y si hay un tema recurrente que surge de las investigaciones que he mencionado antes sobre la adquisición de un segundo idioma, es la importancia de «contextualizar el idioma» durante el proceso de aprendizaje. Es decir, poner más énfasis en la comunicación en situaciones de la vida real, en lugar de centrarse en las reglas gramaticales, el aprendizaje memorístico del vocabulario y la traducción. En lugar de hablar sobre el segundo idioma, deberíamos hablar en el segundo idioma (o lo que es lo mismo, comunicarnos).
Dicho lo anterior, añadiría que la parte «académica» del aprendizaje de un idioma (la gramática, el vocabulario, las funciones, etc.) son muy importantes. Sin embargo, no deberían ser el foco principal de la formación de idiomas. Esta parte más académica se puede tratar fuera de clase (con tareas semanales), por lo que podemos reservar tiempo en clase para actividades comunicativas más contextualizadas. Y cuando se trata del aprendizaje de idiomas en empresas el enfoque debería ser la comunicación.
Mi versión del modelo 70-20-10
No he llevado a cabo investigaciones académicas que apoyen o refuten el modelo 70-20-10, pero desde mi experiencia, estoy completamente de acuerdo con poner menos énfasis en la parte formal de la formación; y especialmente si hablamos de aprendizaje de idiomas en un contexto corporativo.
En otras palabras, usar el idioma (desde el principio) es más importante que hablar sobre el idioma. Por ejemplo, hablar con otras personas en inglés u otro idioma que estés aprendiendo (aprendizaje social), trabajar o viajar (aprendizaje experiencial), ver series en Netflix (aprendizaje experiencial), enviar mensajes de texto a colegas de otros países (aprendizaje experiencial /social), etc.
Dicho esto, la formación académica formal en el aula puede ser muy efectiva con personas adultas, especialmente con niveles bajos. Cuanto más bajo es el nivel, más beneficiosa es la formación formal para aprender idiomas. Es decir, una persona principiante puede beneficiarse en gran medida de una lección enfocada en la gramática, mientras que una persona con nivel intermedio alto podría revisar fácilmente la gramática por su cuenta y, en clase, centrarse en practicar las estructuras del lenguaje que ya ha trabajado en casa, por su cuenta. Cuanto más alto es el nivel, menos aprendizaje formal se necesita; esto se representa en este gráfico:
Entonces, tal vez en lugar de un 70-20-10 teórico, podría ser algo así:
A1-A2 | B1-B2 | C1-C2 | ||||||
Experiencial | Social | Formal | Experiencial | Social | Formal | Experiencial | Social | Formal |
35 | 25 | 40 | 40 | 40 | 20 | 50 | 45 | 5 |
Nuevamente, esto no se basa en ninguna investigación académica, sino en mi experiencia (como se puede ver por los números redondeados que he incluido en la tabla anterior). Y podría ser una guía coherente para cualquier organización (y para empresas de formación de idiomas) cuando plantean el contenido y la estructura del plan de formación (ya sea presencial, online, virtual, por teléfono, etc.)
Las repercusiones de mis conclusiones para la formación de idiomas en empresas
Cuanto más alto sea el nivel, más experiencia (inmersión) y aprendizaje social deben incluirse en la formación. En el aprendizaje de idiomas, es difícil separar lo experiencial de lo social, ya que el uso del lenguaje generalmente implica interacción social, siendo experiencial al mismo tiempo. La conclusión principal es que, con los idiomas, el learning by doing es mucho más efectivo que aprender con actividades gramaticales.
Por ejemplo, trabajamos con clientes que solo permiten que las personas de sus equipos participen en la formación si tienen objetivos claros y necesitan el idioma para el puesto de trabajo. En estos casos, Ziggurat Escuela Corporativa de Idiomas diseña formación 75% experiencial/social para estas personas que deben dar presentaciones y participar en reuniones internacionales (presenciales o virtuales). En esta formación, el profesorado les ayuda a mejorar sus habilidades para dar presentaciones, mientras perfeccionan el inglés a la vez. De esta manera entrenan dos habilidades al mismo tiempo, que podrán transferir más tarde a una situación real de trabajo.
Si de verdad quieres que tu equipo aprenda inglés (o cualquier otro idioma), debes crear programas de formación práctica cuyo contenido refleje un modelo de aprendizaje que incluya aprendizaje experiencial, social y formal, incluyendo el learning-by-doing (aprender haciendo) desde el principio.
Reflexiones finales: el papel del alumnado
En este artículo me he centrado en la formación de idiomas en sí; es decir, en el tipo de actividades o la metodología que debería incluirse en un programa de idiomas: específicamente, formación formal, social y experiencial. Y aunque esto es muy importante, más significativo es todavía el proceso de aprendizaje, porque éste lo lleva a cabo cada persona: el profesorado forma, el alumnado aprende.
Si las personas de tu equipo se comprometen a aprovechar las clases de idiomas y hacer un esfuerzo por aprender, entonces la formación será un éxito, porque se convertirá en aprendizaje.
¿Qué opinas de mi interpretación del modelo de aprendizaje 70-20-10? ¿Crees que se puede aplicar en tu empresa? Déjame tus comentarios abajo.
Partner & General Manager de Ziggurat Escuela Corporativa de idiomas
A través de mi experiencia profesional enseñando idiomas, y como coach/consultant de Proctor Gallagher Institute, he contribuido a cambiar la mentalidad de cientos de profesionales a la hora de abordar el aprendizaje de idiomas.